La vida secreta de las Martas

Escrita por Demián Paredes para artemuros.wordpress

El verso del prolífico escritor japonés Shuntaro Tanikawa, “¿Te digo la verdad?” (verso además utilizado como título para un capítulo de la novela El grito silencioso [1967], de Kenzaburô Ôe), podría ser el profundo leitmotiv de la obra de teatro Quién sabe Marta, de Francisca Ure.

Dinámica y divertida, sorprendente y profunda, Quién sabe Marta explora las ansiedades, miedos, sueños y anhelos de “Marta”, quien trabaja en una oficina, sometida a las (no por repetitivas poco duras) rutinas que todos y todas padecemos (soportamos). Los vecinos del edificio (a los que hay que saludar, aunque no se quiera), el portero, el viaje diario en subte, la encargada, los/as compañeros/as de trabajo: Marta soporta todo eso estoicamente… para luego volar y soñar. ¿Qué anhela? Lo que todos/as: ser feliz. Así, cada “Marta” mostrará lo que es capaz de hacer: bailar, cantar (y acá es imposible no recordar a la Selma de Lars von Trier en Dancer in the Dark), tener las relaciones que quiera (o encarar, tranquila y decididamente), ser “reina” (furiosa: como la de Lewis Carroll, que manda decapitar) o una mujer “combativa”; múltiples posibilidades (decisiones) imposibles, por la triste rutina (impuesta) de tener que trabajar para “sacar plata del Banelco”, nomás para consumir y seguir así, siempre igual…

Hay humor y también drama (momentos en que “las Martas”, sentadas, nos dicen la verdad). Hay un excelente trabajo de video y música (hay una muy buena introducción/presentación de “las Martas” sonando “Road to nowhere”, de los Talking Heads; hay jazz y rock n’ roll), en la combinación de la pantalla de fondo con animaciones y las actrices (como la sorprendente lluvia que cancela el recital de la “Marta cantante”). Hay un buen vestuario y versátiles actuaciones. “Las Martas” son: Laura Aneyva, Cinthia Guerra, Clarisa Hernández, Nadia Marchione, Luciana Sanz, Florencia Savtchouk y Sol Tester.


Entonces, ¿quién es Marta? Marta es Marta… y también todas las otras Martas, son alter ego, variaciones posibles, potencialidades, virtualidades “ocultas”. Sin solemnidad ni pretender “teatro de canon” alguno, Quién sabe Marta ataca la monotonía de la vida cotidiana –cosificado el ser humano en la dinámica de hierro de la repetición mercantil- por el camino de los sueños y la diversión: como escape a “lo real” por la vía del arte… El descubrimiento de (las) Marta(s)… y la posibilidad de “autodescurbrise” uno/a también.

***

La obra está en escena hace tiempo: el año pasado estuvo se presentando en el interior del país, y actualmente puede verse en el Teatro del Abasto (Humahuaca 3549) todos los miércoles a las 21 hs.

Demoré en ir, pero lo hice: fui con el amigo Julio ( @jprovell). Nos gustó mucho a ambos y la recomiendo (la recomendamos) completamente. Es una gran obra.

Escrita y dirigida por Francisca Ure, la obra es contemporánea, sensible y comprometida.

Quién sabe Marta por GEOTEATRAL


Quién sabe Marta - Crítica
Un lenguaje plural para una mujer plural. Obra escrita y dirigida por Francisca Ure, con gran elenco. Critica de Bettina Girotti.




Marta es una mujer singular. Ropa (como mínimo) dos talles más grande, enormes anteojos y un gorro que, más que accesorio, es inextirpable. Pero ella es también una mujer bastante plural: esa singular Marta es en realidad varias Martas, o, por lo menos, siete diferentes versiones de ella. Todas son aquella Marta anteojuda, aunque no todas son la misma. Todas comparten esa capa superficial de anteojos-gorro, pero desvanecida esa fachada, cada una de ellas es otra. Como dice su autora “tan simple como eso. Tan complejo como eso”…
Todo comienza con una proyección en la que vemos a las diferentes Martas. Acto seguido, una entrevista laboral en la cual estas siete versiones, dispuestas en línea recta enfrentando al público, contestan, algunas veces alterándose, otras repitiéndose y otras hasta superponiéndose, lo que podríamos llamar “preguntas  típicas”. Y como Marta es una mujer singular, las extravagancias deberán trastornar el normal desarrollo de la entrevista ¿O acaso en estos casos es común preguntar al entrevistador si uno se debe sacar el sombrero? ¿Y traer su propia silla? Con el final de la entrevista se inaugura una nueva vida para Marta, una marcada por el ritmo de los viajes en subte hacia el trabajo (llevando la propia silla, claro) y el etiquetado constante de chanchitos. Pero la rutinaria y monótona vida laboral se ve alterada por un incidente en el archivo con el nuevo empleado. A partir de allí, Marta decide dar parte de enferma, cambiando aquel mundo “normal” por su(s) propio(s) mundo(s), tan seguros como absurdos frente a ese otro mundo. Es así como comienzan a desfilar por escena estas siete versiones de Marta: una Marta pajarito, una conejo, otra pescadito, una reina de Corazones, entre otras, interpretadas, cada una de ellas, por Laura AneyvaInés CejasCinthia GuerraClarisa Hernandez,Nadia MarchioneLuciana Sanz y Sol Tester.
A lo largo de Quien sabe Marta nos encontraremos con infinitas alusiones a la infancia, desde canciones como aquella que cantaba el deshollinador de Mary Poppins o como “El mundo del revés” de María Elena Walsh, hasta la famosa reina de corazones, corona y risa estrepitosa incluida, de Alicia en el País de las Maravillas. El mundo de las Martas es mucho más colorido y divertido que aquel monótono del que Marta (alguna de ellas o todas ellas) intenta escapar. El de las Martas es un mundo de maravillas, o mejor dicho, una versión propia del país de las maravillas de Lewis Carroll…

Pero este singularísimo personaje no podría desplegar todos aquellos mundos absurdamente fantásticos por si mismo y es aquí donde entra a jugar un aliado, el proyector. El uso que se hace de éste, es uno de los elementos más interesantes y sobresalientes de la obra. Las proyecciones funcionan, en primer lugar, a modo de apertura mostrándonos a las diferentes Martas en la calle, cada una con su correspondiente silla. Pero también, se transforma en un recurso escenográfico, ya sea proyectando un espacio que podríamos llamar real, el de su habitación, así como también uno imaginario que da cuenta de los ambientes que envuelven a cada una de las versiones. Al mismo tiempo, la utilización de esta herramienta inaugura un nuevo nivel en la escena dando lugar al juego entre las sombras generadas por el proyector y los cuerpos allí presentes. El proyector llega así a ser un personaje más en la puesta de Francisca Ure, una puesta en la que la confluencia de los lenguajes audiovisual, musical y teatral genera un espectáculo que oscila entre lo surrealista y el absurdo.

Y ya que la de Marta no es una única voz, sino múltiples voces que se esconden bajo una misma fachada de gorro y anteojos, resulta lógico (por lo menos dentro de lo que su absurdidad permite) que una obra sobre ella recurra a diferentes “lenguajes” para canalizar esta variedad. La autora y directora de la puesta, cuenta no sólo con siete excelentes actrices que encarnan a las diferentes versiones, sino también con el gran trabajo de Sol Soto en el diseño de la escenografía y el vestuario, de Dalmiro Zantleifer a cargo de las animaciones y de Martín Berra encargado de la realización audiovisual. Y ya que la de Marta no es una única voz, habrá que escucharlas, y (¿por qué no?) disfrutarlas a todas.

Bettina Girotti
bettina@geoteatral.com.ar
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Marta en el primer programa de "Abrir y Cerrar de Ojos"


ABRIR Y CERRAR DE OJOS (1er Programa) from Abrir y Cerrar de Ojos on Vimeo.

Reportaje a Francisca Ure en Crítica Teatral

Francisca Ure
...no hubo nada que esté demasiado pensado en Marta.


CRÍTICA TEATRAL: Como se generó el proyecto: cuál fue el o los disparadores. Las referencias a Alicia, que estructuran el material, ¿surgieron desde el inicio?
FRANCISCA URE: Alguien me había hablado de la posibilidad de hacer foto novelas. Con esa idea en la cabeza me aparecieron fotos de Marta. Escribí las imágenes e instantáneamente aparecieron los textos. En un lapso de quince días había escrito el ochenta por ciento. Las influencias más marcadas quizás están en Alicia porque la había releído hace muy poco y se me aparecía todo el tiempo su manera de pensar, sus autocríticas, su exigencia para con los demás. También el darle importancia a la obra de Carroll permitió un trabajo de la puesta en escena con un código distinto, en relación a los audiovisuales y dejó abierta la puerta para otras influencias musicales y estéticas. Muchas aparecieron al principio y muchas en los últimos días antes de estrenar, y hasta diría que siguen apareciendo.

CT: El texto, ¿fue producto de un proceso de dramaturgia escénica o ya estaba armado desde antes de comenzar a ensayar?
FU: A ver, el texto estaba casi todo escrito, lo que no estaba era la dramaturgia de la obra. Yo no sabía que iban a ser varias martas, ni que eran distintas, ni que tal texto era dicho por una reina. Solo tenía los textos en forma, se podría decir, de novela. El trabajo de la puesta en escena fue fundamental a la hora de armar la dramaturgia, el hilo, la estructura.

CT: ¿Cómo y durante cuánto tiempo se desarrolló el proceso de ensayos? ¿Cómo trabajaron el abordaje de lo biográfico y de lo identitario de un mismo personaje, a partir de la multiplicación de actrices?
FU: Los ensayos duraron en principio cuatro meses, después hicimos un work in progress y finalmente ensayamos tres meses más y estrenamos. Además era pocas veces por semana, fue un proceso bastante fresco. Los ensayos tuvieron una primera etapa donde la música fue protagonista y sirvió para la construcción de la corporalidad y la calidad de energía que tiene Marta, como personaje único. Después cuando abordamos el texto, fuimos diferenciando a cada una, pero intentando que lo que aparecía no se saliera de la identidad de Marta, sino que aportara a la construcción. Fue muy rico ver como las actrices, sin que yo se los pidiera, sumaban a su propuesta lo que aparecía en el trabajo de otra, y lo traducían a su propia Marta, de una manera única, gestual, inexplicable.

CT: ¿Cómo pensaste la relación entre la imagen y la escena?
FU: Si dijera que lo pensé yo, estaría robando. Lo pensamos en equipo, ojala tuviera una cabeza tan grande como para que se me ocurra todo eso a mi. Fue trabajo de mesa, pensábamos juntos. Y además fue totalmente libre. Nos juntábamos, se hablaba de lo que había aparecido en los ensayos, tratábamos de entender la obra y cada uno se iba a trabajar en lo suyo. Después volvían con propuestas, con dibujos, con videos, ideas de vestuario, etc. Se tomaron muchas atribuciones y permisos, para mi eso fue increíble. Me encanta trabajar con pares, me aburre la dirección jerárquica. Quiero decir, me parece que los demás pueden tener ideas mejores que las mías sobre mi propia obra.

CT: En relación al vestuario, ¿cuál fue el criterio y la concepción que guió su armado?
FU: Hubo mucho antojo. Quiero esto, quiero aquello. Y lo que funcionaba fue quedando. El vestuario que las unifica fue un hallazgo. De repente estaban todas ahí mirándonos, con anteojos, medias y sombrero, y no podíamos creer lo que estábamos viendo. No lo pensamos demasiado, surgió así. Ahora que lo pienso no hubo nada que esté demasiado pensado en Marta.

Maximiliano de la Puente 

Marta en FM Boedo

Marta estuvo en el programa "Dónde están los caretas" de la FM Boedo donde contestó las preguntas incisivas de Mariana Mazover pueden escuchar el audio completo aquí abajo.

Algunas palabritas sobre Marta...en inglés!



02/04/2011 | 

Multifaceted women with multiple dreams

By Victoria Eandi
For the Herald
Where does the mind of a woman fly when she is lonely? Maybe much farther away than what a man could imagine. She might create a whole parallel world, a world full of impossible images and nonsensical characters.

Two plays of the bulky and promising 2011 theatre season revolve around the mind of women and its loops in a very creative and original way: Solo lo frágil by Paula Ransenberg and Luciana Dulitzky, and Quién sabe Marta by Francisca Ure. Both of them are already in their second season, but now they are being staged at bigger spaces than last year: Timbre 4 (internationally renowned director Claudio Tolcachir’s theatre) and Teatro del Abasto.
LOOK AT ALL THE LONELY PEOPLE. Solo lo frágil, as the word “solo” in the title suggests, is a one-woman show performed by Paula Ransenberg and directed by Luciana Dulitzky. Through an impeccable work, Ransenberg plays five completely deranged characters, most of them women: an old male soldier, the skeleton of a woman, an old lady, a geisha and a black witch. The transformations happen on stage, presenting a woman who unfolds in many facets, all linked by an invisible line loneliness and the need to love and be loved. Even the military man could be a reference to the authoritarian and manly side of women.

In each case, the characters invent absurd or strange universes to survive. The former general of the army, who is in hospital, revives the old times recreating battles with syringes, drips and blisters, as if they were soldiers, searching for a more praiseworthy and heroic way of dying. The skeleton-woman who lives in the bottom of a fish tank in an aquarium tries to make friends with fish or remembers her “life” in the sea, trying to escape boredom. The old lady keeps a very strange relationship with a doll that helps her talk about loneliness, love and time. This scene has one of the most beautiful and melancholic moments of the piece, when she begins to play Somewhere over the rainbow bowing a musical saw as if it were a violin. On the other hand, the geisha describes all the sacrifice and pain in the lives of these Japanese women. She yearns for an old love, while she dances a choreography saying: “Stab the body and it will heal, but hurt the heart and the wound will keep bleeding your whole life.” Her story seems heartbreaking, but she can momentarily evade it by talking about hair arrangements made of coral. And finally, the witch is an African-American woman (in fact, this scene is spoken in English) who is usually visited by people with problems seeking help, but this time she goes to church and has a hilarious chat with Virgin Mary and Saint Francis, imagining a universe where she can just have a friendly and earthly conversation with a blonde woman with a baby and a handsome man with a lamb.

One of the many assets of the play — whose small creative team also includes Federico Ransenberg as lights and set designer and Emilio Álvarez as sound designer — are the fluid changes from one character and scene to the next. Besides, through very few objects or props, many dramatic and poetic solutions are achieved, like the handsaw that turns into a violin or the doll that contains the make-up of the geisha.

Solo lo frágil deals with what is left after crises, breakdowns, tragic moments in anyone’s life: as the press release states. “what lies beneath any determination to survive, any resistance, any cynicism and any concealment.” Just the fragility of people, and the condition of being alone in the world, especially from a female perspective.
WHEN SEVEN EQUALS ONE. These same aspects are also present in Quién sabe Marta, written and directed by Francisca Ure, daughter of the famous theatre director Alberto Ure. But as if it were an inverted mirror of Solo lo frágil, this play has one character, the Marta in the title, who is unfolded in many facets played by seven remarkable actresses: Laura Aneyva, Cinthia Guerra, Clarisa Hernández, Nadia Marchione, Luciana Sanz, Florencia Savtchouk and Sol Tester.

Deeply influenced by the universe of Lewis Carroll and his Alice, Quién sabe Marta explores the way women approach love and experience loneliness through surrealistic images and playful situations. Even if the play has for moments a gloomy tone filled with existentialist reflections, the overall sensation is that of hope and eagerness to move forward. And one of the many reasons for this is the presence of beautiful songs (the remarkable selection goes from Talking Heads to Mary Poppins, from UB40 to the Ramones) and spirited choreographies (accompanied by suggestive video images projected on a wall screen, designed and directed by Martín Berra, with Dalmiro Zantleifer in charge of the animations) interspersed along the play. The videos have their own leading role, so much so that Marta is introduced through a clip of her walking in the city.

Quién sabe Marta is absolutely choral and each actress has its own moment, with one scene dedicated to each feature of Marta, “a woman who seems to be the distillation of the best and the worst of every women,” as the press release says. These Martas share certain traits (they all wear enormous glasses, caps, knee-high socks and carry a small chair or a tiny stool) and they are all dreamy girls: they develop an imaginary world where they feel protected and comfortable, especially regarding men and everyday relationships. In this universe, they are free to fall in love, be passionate, get mad with everyone, be sad or happy. They may feel like a fish or a bird, like the hurried White Rabbit or the Queen of Hearts of Alice in Wonderland, like a singer, like a guerrillera or a greengrocer, but they are always truly endearing.

Quién sabe Marta is full of great moments, but the beginning of the piece, when Marta has an interview for a job, is worth highlighting. It is a clerical job in a typical office where she clearly does not fit, but she gets it anyway. In this dynamic and witty scene (as in others), all seven Martas meet in one situation and synchronize their answers, the perfect example of the one character split into seven actresses concept. Also worthy of mention are the unexpected reaction of “Bird” Marta when she realizes she has fallen in love with some guy from the office, or how “Fish” Marta suddenly starts dancing when she feels under a lot of pressure. In these cases, the costume design by Sol Soto (also in charge of the set) and the light design by Omar Possemato really shine.

Marta is cast out of pre-established standards she shows herself authentically as she is, avoiding simulations and generating great empathy with viewers. Quién sabe Marta like Sólo lo frágil deal with fragility and vulnerability and how people (especially women) try or manage to feel happy in spite of being alone. Indeed, the piece does not lack humour and has an optimistic ending that shows a transformation in these Martas, who decide, showing great strength and courage, to leave their old life behind and face a new journey, which lies in finding the Marta they want to be and to assert her (their?) own unified self.

Sólo lo frágil and Quién sabe Marta also share the quality of being surprising and unpredictable. Leaving aside fashions or standards already set in BA’s independent theatre circuit, their creators really dive in what playing and dreaming means, somehow going back to childhood games. As the older sister says in the ending of Lewis Carroll’s Alice in Wonderland, also Alice “would in the after-time, be herself a grown woman”. She envisions “how she would keep, through all her riper years, the simple and loving heart of her childhood; and how she would gather about her other little children, make their eyes bright and eager with many a strange tale, perhaps even with the dream of Wonderland of long ago; and how she would feel with all their simple sorrows, and find a pleasure in all their simple joys, remembering her own childlife, and the happy summer days.”

Where & when
Quién sabe Marta: Wed 9pm at Teatro del Abasto (Humahuaca 3549). $35.
Sólo lo frágil: Sat 12am, Sun 6pm at Timbre 4 (Av. Boedo 640). $40.

Con X de Marta

Por Maximiliano de la Puente, para Leedor.com

Marta es una incógnita. Al comenzar la función no sabemos nada de ella. Durante la obra, nos irá quedando claro que existen tantas Martas como actrices haya. Y si hubiera más actrices, (o actores por qué no) haciendo de Marta, tendríamos aún más miradas. Más puntos de vista sobre la realidad, sobre el mundo, sobre las Martas. Quién es Marta. Qué es Marta. ¿Una oficinista alienada, calentona, a punto de reventar? ¿Una revolucionaria solipsista? ¿Una reina que sólo vive en su interior, alejada de todo contacto con lo real? ¿Es un pez encerrado en una pecera del tamaño de un living? Quién es Marta. Cómo es Marta. Es algo que nunca sabremos. Cómo se construye la identidad de una persona. Qué es lo que se pone en juego en su construcción. La obra reflexiona, discute, disputa, juega, se divierte con la identidad de Marta. Y al hacerlo, se pregunta por ese proceso que en todos nosotros sucede. Que a ninguno deja indiferente. Qué es ser alguien. Convertirse en alguien. Asumir, tener una identidad ante el mundo. Todos los discursos interiores de esas Martas que se exteriorizan, o mejor dicho se vomitan, hacia el exterior, hacia nosotros, no hacen más que dar cuenta de las multiplicidades que somos, de lo imposible que es, en definitiva, conocer, conocernos. Reconstituir una personalidad homogénea, coherente, única. Somos siempre tantos como queramos ser. Como nos animemos a ser. Nuestra personalidad no existe. Es pura construcción, y como tal es modificable. Es arcilla en nuestras manos. Es locura y destrucción. Y no sólo calma, responsabilidad y temor, como nos enseña desde pequeños esta castradora sociedad. Somos, podemos llegar a ser tantos otros, que habitan en cada uno de nosotros, que nos da miedo. No nos reconocemos. Al final de la obra, Marta sigue siendo una incógnita. Marta nos angustia en su alienación, en su terror, en su soledad. Marta nos angustia en sus deseos incumplidos, tan cercanos, tan parecidos a los nuestros. Como cuando nos levantamos y nos vamos sin saludar a nadie. Como cuando los demás creen que somos agradables. Pero en realidad nosotras odiamos a toda la humanidad. Marta nos divierte: porque juega, porque es libre, porque rompe los esquemas de la mediocridad de su vida. Marta, en ese sentido, nos inspira. Marta, la obra, está construida desde una libertad y un espíritu lúdico apasionante. Marta se tira a la pileta y sale más que airosa, en su estructura estallada, en su inquietante interacción entre escena y video, que multiplica aún más las opciones posibles para intentar comprender quiénes son esas Martas, en su plasticidad corporal y visual, en el tratamiento de un vestuario que sorprende a cada rato, con actrices que ocultan capas y capas de ropa (en un juego de cajas chinas, similar al de la identidad, porque… ¿qué es lo que hay debajo de todo, una vez que supuestamente han caído todas las trabas, y que hemos develado todos los misterios?). Marta juega como una nena, y al hacerlo nos devuelve por un momento la alegría, en medio de tanta alienación, tanta miseria, tanta mediocridad. Marta sigue siendo entonces, (como ahora, como siempre, como nosotros), una incógnita. Pero una de esas que vale la pena desentrañar. Aunque sepamos que eso nunca realmente llegue a suceder.

LLAMAME MARTA (Reportaje a Francisca Ure en S! de Clarín)

Sorprende que Francisca Ure (26) no se multiplique ni lleve anteojos culo de botella. No, ella no es su personaje Marta, pero reconoce tener similitudes. Hija del también dramaturgo y escritor Alberto Ure, ella estuvo arriba y abajo del escenario, actuando y dirigiendo. Pero dice que en esta obra pudo experimentar la libertad que ninguna otra le había dado antes. Todos los miércoles a las 21 en el Teatro del Abasto (Humahuaca 3549) el personaje que Francisca creó cobra vida en el escenario y se autoreproduce ante los ojos del espectador. Siete chicas con gorros, pollera larga, anteojos y sillas en sus manos hacen explotar de distintas formas la personalidad de una mujer como cualquier otra, que consigue un trabajo de oficina, que odia hablarle a la gente en el ascensor, por momentos insulta su existencia y que “se hace pis encima” cuando ve al compañero de trabajo que le gusta.
Explica que en la obra está muy presente lo audiovisual, con proyecciones de videos o de fondos en movimiento; y el vestuario, que va desde un traje de escamas de pescado hasta una mujer militar. Y dice que los elementos materiales que componen la obra son casi tan importantes como la actuación. “El espectador ve todo y se nota cuando los ensayos fueron sin vestuario o en otro escenario, es bastante forzado”.
–¿Cuánto aguantás sin celular? –Nada, de hecho me lo roban todo el tiempo o lo pierdo y apenas me doy cuenta me compro otro aunque no me de la plata para el alquiler. En los últimos tres meses tuve cuatro celulares.
–¿Cuántos temas de música llevás en tu celular? –No sé, es nuevo, me lo compré antes de ayer.
–¿El SMS más raro que hayas recibido? –Estaba llorando porque me había peleado con un novio y me llegó un mensaje que decía “Perdoname, yo también te quiero”, le contesté y me llegó otro que decía “Ay no perdón, me equivoqué de número”. Muy Marta.

Marta en la Radio

Marta estuvo en el programa de radio "El Gran Pez" de la radio Frecuencia Zero 92.5 del dial. Allí habló de todo, desde política hasta confesiones impensadas. Aquí pueden escucharla.
Por Martín Fernández Tojo
En Escena Hoy


En la ciudad de Buenos Aires hay miles de hogares de una sola persona. Entre ellos estaría el departamento de Marta, una mujer bastante neurótica, un tanto fóbica, otro tanto depresiva, pero también soñadora, decidida y guerrera. Marta, interpretada por siete actrices, vive una vida en la cual la "puta soledad" la acecha por doquier. Aburrida de la gente y hasta de sí misma consigue un trabajo que la aburre aún mas llevando la situación a una instancia en que es imperioso hacer algo.
La primera propuesta de Francisca Ure, en su rol de dramaturga y directora, tienen dos características particulares que le dan a la obra un toque singular que la mayoría de las veces juega a favor y en algunas pocas en contra. La impunidad de la directora para hacer con la escena lo que se le viene en gana suma puntos generando momentos deliciosamente sorpresivos. Por otro lado, el espíritu lúdico que recorre la puesta crea climas distendidos y sumamente divertidos que el espectador seguro disfrutará. Como contrapartida, la obra tiene unos pocos momentos en que la acción se pierde en la fantasía del personaje y deja al público a la deriva buscando una cuerda para seguir el hilo de la historia. Aún así, Quien sabe M logra con éxito meternos en el mundo de Marta y acompañarla gustosamente en ese cambio que piensa realizar. A esto se suma el hecho de que las actrices se divierten a la chancho en el escenario y eso se transmite gratamente al espectador. Casi como una performance pero hilvanada por detrás con una historia simple y contundente; la obra es absolutamente disfrutable y esperanzadamente realista.
Las siete Martas que componen al personaje juegan sus papeles con gran ductilidad, cantan, bailan y se desesperan de soledad mientras sacan constantemente nuevos juegos para ofrecer a la platea. Se destacan también la realización en video y la selección musical que completan este auspicioso arranque de Ure.
Marta, que bien podría ser cualquier mujer o cualquier hombre, piensa que un cambio radical siempre en positivo pero... ni ella lo sabe.

Una Marta, muchas Martas

por Ivana Szerman
Orilla Sur


El 16 de febrero se repuso Quién sabe Marta, de Francisca Ure. La obra en la que siete actrices son una y muchas a la vez migró del teatro Huella al Teatro del Abasto y se presenta todos los miércoles a las 21.
Marta es Marta, reza la dirección del blog de la obra. Y esa fórmula contiene una infinidad de cosas. Decir que Marta es Marta es decir que Marta es por lo menos siete Martas distintas, como los enanitos de Blanca Nieves.
Marta consigue trabajo en una oficina. Marta establece una relación con la verdulera del supermercado. Marta es cantante, es guerrillera, es reina de corazones y también un pajarito o un pez.
En el universo onírico que plantea la joven Francisca Ure, hija de Alberto Ure, una mujer solitaria y que no se relaciona con nadie atraviesa distintos estados que la llevan a la liberación. Es la cabeza de Marta, corporizada en siete jóvenes, bellas y talentosas actrices: Clarisa Hernández, Sol Tester, Cinthia Guerra, Laura Aneyva, Nadia Marchione, Luciana Sanz y María Florencia Savtchouk.
Se trata de una obra extremadamente musical, lo cual no necesariamente la hace pertenecer a ese género. En algunos tramos es más cercana a un video clip con cuerpos reales, que juega con la presencia de una enorme pantalla en la que se refleja el mundo de Marta, y con siete sillas, una para cada Marta.
Marta canta, baila y rockea, y genera un universo apto de ser atravesado un miércoles a la noche, en la mitad de la semana, y que aporta bríos para lidiar con lo que queda.
Quién sabe Marta
Miércoles 21 hs
Teatro del Abasto - Humahuaca 3549
Entradas: $35

Trailer de "Quién Sabe Marta" en Alternativa Teatral

Ya se puede ver el trailer de la obra que está compitiendo en el concurso de trailers teatrales que organiza Alternativa Teatral.
Lo pueden ver y comentar aquí http://www.alternativateatral.com/trailer98-quien-sabe-marta

Marta entre lo mejor de 2010, para El Caleidoscopio de Lucy

LO MEJOR DEL TEATRO 2010
Ver fuente original
viernes 24 de diciembre de 2010
Lo mejor del teatro 2010

El 2010 continuó con el ritmo de crecimiento en la cantidad de obras de teatro pero como siempre decimos, la cantidad no hace a la calidad. La temporada empezó fuerte con “Un Dios Salvaje” y “La noche antes de los bosques” en La Plaza, con temáticas fuertes tanto con un elenco de cuatro actores (Peña-Onetto-Mirás-Goity) y un unipersonal a cargo de Mike Amigorena. Después, hubo un bajón importante, mechado con re-estrenos o nuevas temporadas de excelentes puestas como “Arlequino”, “Hotel Melancólico”, “Un hueco” o “Amentia”. Pero no había que preocuparse porque después si, aparecieron puestas de alto valor pero en los lugares más recónditos como “Quien sabe Marta”, la luminosa creación de Francisca Ure o “Dóciles y útiles”, un proyecto de graduación del IUNA, dirigido por Analia Couceyro. Estas dos puestas fueron de las más creativas del 2010. Otra de las gemas escondidas fue “Sobre piedras” con la tormentosa y pasional relación que unió a Auguste Rodin con Camille Claudell. La forma en que se llevó a cabo esta puesta y la pasión de la misma la ubica entre lo mejorcito del año. ElKafka alumbró su rica propuesta teatral con “Los Talentos”, con tres chicos con el intelecto a flor de piel pero sin capacidad para relacionarse con una mujer. Dentro de las obras que dividió aguas entre los periodistas que fuimos a verla (colegas…el teatro va más allá de la calle Corrientes, Abasto y Palermo Hollywood), está “Todos quieren lágrimas”, la visceral y violenta metáfora creada por Maximiliano de la Puente en torno al trabajo. El Bachín Teatro, acorde con el año del Bicentenario, presentó la corrosiva y excelente “Mariano Moreno y un teatro de operaciones”, con su arsenal de humor, ironía y visión política.
Los musicales pisaron fuerte este año con “Chicago”, “Avenida Q” y “Sweeney Todd”, pero a consideración de El Caleidoscopio, quien se lleva las palmas es “La Parka”. Con un elenco aceitado, frescura y mucha capacidad de trabajo, fue EL musical del año, en el que predominó el talento por sobre a la inversión realizada o al lugar del teatro.
“Borzoi” fue una de las pocas obras políticas del año. Con un ambiente ominoso y un bombardeo constante de conceptos en medio de una escenografía novedosa y creativa, la puesta era una creación de contenido abrumadora que, asi como empezaba, terminaba, logrando que el espectador quedase estupefacto frente a lo visto.
“Nomeolvides en la niebla” e “Incidente Nora” son dos puestas que se han destacado en un formato que uno podría decir “como las de antes” aunque la primera más ligada al melodrama y la segunda a una comedia de enredos. Con actuaciones sólidas, fueron una alternativa por demás valedera para los sábados a la noche. “UnosDos” era una fábula urbana y cotidiana sobre la soledad y de cómo una pareja sigue después de haber sido pareja. Basada únicamente en un texto y actuación, tanto Carolina Tejeda como José Mehrez crearon dos personajes entrañables, reconocibles y muy bien realizados. En medio de tanta multimedia y pseudo creación vanguardista que repite cliches hasta el hartazgo, viene muy bien un proyecto simple y contundente.
Javier Daulte presentó el proyecto “Vestuarios” con “Vestuario de hombres” y “Vestuario de mujeres” que, en un año con varios mundiales a disputarse, vino bien para lo que sería un pantallazo de la forma en que nuestra sociedad se refleja en justas deportivas de variada intensidad y prestigio. La forma en que se hace extensible lo ocurrido en los vestuarios a nuestro comportamiento cotidiano –tanto de un partidito con los muchachos como s virtudes argentinas como la solidaridad, la corrección deportiva y demás.
Antes de ir terminando con este raconto, recordamos a estos “hechos teatrales” que se convertirán, con el tiempo, en obras de culto, craneadas por la Compañía de Funciones Patrióticas. La Compañía se encarga de crear sus propias versiones de textos referenciales a acontecimientos políticos del país. El detalle es que se presentan únicamente en fechas patrias. Estimados amigos, estén con la antena atenta para presenciar la próxima función porque es de un disfrute inmenso, al tiempo que contenido, seriedad, ironía y buenas actuaciones. Este año presentaron “Política Casera” y “Tres jueces para un largo silencio”. Pedir más, ¡imposible!
Para el final, dejamos las que consideramos las dos puestas del año: “Cada una de las cosas iguales” y “Estado de ira”. La primera fue una fábula política, social y teatral dividida en dos actos en los que se apelaba al ejercicio del espectador para completar esa catarata de conceptos e imágenes que se escupían del escenario con frenesí y la exactitud de un metrónomo. En cambio, la segunda desarrolla el hacer teatro de una manera simple pero al mismo tiempo, de una elaboración ardua y artesanal. Frescura, seriedad y talento artístico fueron las armas de esta puesta genial que toma a un grupo de trabajadores municipales quiere hacer “Hedda Gabler”.

Francisca Ure nominada a los Premios María Guerrero por "Quién sabe Marta"

Fuente: Télam

Nota correspondiente a la publicación del día Sábado de 18 de Diciembre de 2010
09:27 - ESPECTACULOS

Teatro: los ternados a los Premios María Guerrero


Luisa Kuliok, Gabriela Toscano, Joaquín Furriel, Diego Ramos, Muriel Santa Ana, Osqui Guzmán y Javier Daulte figuran entre los nominados en diferentes rubros a los premios María Guerrero que cada año otorga la Asociación Amigos del Teatro Nacional Cervantes. Se distinguirán las trayectorias de la actriz María Concepción César (foto) y del investigador y director Francisco Javier.


Títulos como "Marathon", "La gran magia" y "El conventillo de la Paloma" también figuran entre los más destacados por un jurado integrado por Gloria Bender, Rosa Celentano, Linda Máximo, Ana Seoane, Manuel Durán Giménez Rico, Jorge Lafauci, Carlos Llorens y Luis Mazas, que coordino el actor Mario Labardén.

El cuerpo también decidió por unanimidad distinguir las trayectorias de la actriz María Concepción César y del investigador y director teatral Francisco Javier.

El listado completo de aspirantes a los María Guerrero 2010 es el que sigue: -Mejor actriz: Luisa Kuliok ("El alma inmoral"), Muriel Santa Ana ("La vida es sueño"), Gabriela Toscano ("Hamlet").

-Mejor actor: Joaquín Furriel ("La vida es sueño"), Osqui Guzmán ("El bululú"), Diego Ramos ("39 escalones").

-Mejor director: Javier Daulte ("Proyecto vestuarios"), Daniel Suárez Marzal ("La gran magia"), Ciro Zorzoli ("Estado de ira").

-Mejor autor: Javier Daulte ("Proyecto vestuarios"), Rafael Spregelburd ("Todo"), Susana Torres Molina ("Esa extraña forma de pasión").

-Mejor escenografía: René Diviú ("El conventillo de la Paloma"), Jorge Ferrari ("La gran magia" y "Las primas o la voz de Yuna"), Tito Egurza ("Marathon").

-Mejor vestuario: Renata Schussheim ("La gran magia"), Maribel Solá ("El conventillo de la Paloma"), Daniela Taiana ("Marathon").

-Mejor iluminación: Manuel Garrido ("La gran magia"), Eli Sirlin ("La noche antes de los bosques"), Pedro Zambrelli ("Incriminados").

-"Premios estímulo: Nicolás Dominici ("Voces de familia"), Mercedes Spangenberg ("Hamlet"), Francisca Ure ("Quién sabe Marta").

-Menciones especiales: AEBA (Grupo Actores Españoles en Buenos Aires), Feria del Libro Teatral (Teatro Nacional Cervantes), Festival Beckett Buenos Aires.

-Premios "A la trayectoria": María Concepción César, Francisco Javier.

2011 - EN FEBRERO MARTA SE MUDA AL TEATRO DEL ABASTO!!!!



"Quién sabe Marta"
próximamente en el TEATRO DEL ABASTO!!!
Si todavía no la conociste...
Si querés volver a verla...
Te esperamos a partir de febrero 
los miércoles a las 21hs 
en nuestra nueva casa!!!!


Repercusiones en San Carlos Centro, Santa Fe


Se presentó “Quién Sabe Marta”

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Con una excelente convocatoria, el día viernes 10 de diciembre, se llevó a cabo en el Centro Municipal de Actividades Culturales, la presentación de la obra de teatro “Quién sabe Marta”, de Francisca Ure.

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La Municipalidad de San Carlos Centro invitó al elenco protagónico para que hicieran su notable exposición a nuestra comunidad, ya que esta obra fue presentada en la ciudad de Buenos Aires con un éxito arrollador. Cabe destacar que en la mencionada,  y dentro del equipo de producción, se encuentra el sancarlino Martín Berra, quien es el responsable creativo de los audiovisuales que se proyectaron durante la función.
Este evento tuvo también su perfil solidario ya que la entrada consistía en uno bono contribución de $5, cuya suma recaudada sería donada al Hogar de Ancianos “Nuestra Señora de los Milagros”.
La presentación contó con siete actores en escena, quienes proporcionaron un despliegue a todo el público a través de la actuación, la música, y las imágenes proyectadas en el escenario.

Marta en el diario "El Litoral" de Santa Fe

“Quién sabe Marta”,esta noche en LOA
“Quién sabe Marta”, esta noche en LOA
La historia recorre el imaginario de una mujer a través de una estética que remeda universos infantiles.
Foto: GENTILEZA PRODUCCIÓN
La obra de Francisca Ure se podrá ver a las 21.30 en el espacio ubicado en 25 de Mayo 1867.
cultura@ellitoral.com
Hoy a las 21.30 en Loa Espacio Proarte, se presentará la obra de teatro alternativo: “Quién sabe Marta”, de Francisca Ure.
“¿Qué pasa con el amor cuando no hay música en francés? ¿No serán las ficciones, consumidas en la tierna infancia, responsables de nuestras desdichas? ¿Quién quiere ser Alicia cuando se puede ser la Reina de Corazones? ¿Cuántas Martas hay en una?”, adelanta la sinopsis.
“Marta nos presenta a una mujer que pareciera ser la destilación de lo mejor y lo peor de todas. La débil, la víctima, la asustada, la solitaria, la nena, la jodida, la fea, la enojada, pero también la enamorada, la puta, la soñadora, la vieja, la decidida. Tan simple como eso. Tan complejo como eso. Puede ser miles a la vez pero no puede ser otra cosa más que Marta. Si es la historia de su vida o de su muerte, o si todo lo que nos cuenta es una gran mentira, da lo mismo”, define.
El elenco está integrado por Clarisa Hernández, Sol Tester, Cinthia Guerra, Laura Aneyva, Nadia Marchione, Luciana Sanz y María Florencia Savtchouk. El diseño de escenografía y vestuario es de Sol Soto; realización de vestuario, Carolina Yoro, Sol Soto. Diseño de iluminación de Omar Possemato; fotografías de Giampaolo Samá y audiovisuales de Martín Berra.
Las entradas tienen un costo de 40 pesos. Más información en: www.martaesmarta.blogspot.com.
IMAGINACIÓN
Según la crítica de Sonia Jaroslavsky en Página 12, “la obra se concentra en el conflicto de una mujer con ella misma, más que con su entorno. Para poner el foco en las contradicciones de Marta, la escena se nutre del universo de Alicia en el país de las maravillas o Mary Poppins, pero con un golpe a tierra, gracias a palpitantes canciones como “Los siete enanitos” en versión del grupo punk vasco La Polla Record, Los Ramones, Talking Head o Blind Melon. Cada una de las melodías elegidas vuelve intenso cada momento que vive esta mujer de anteojos gigantes, gorrito de invierno, pollera debajo de la rodilla y medias que cubren el resto de las piernas sin dejar nada al descubierto”.
“Francisca Ure, directora y dramaturga de este espectáculo, sostiene que si bien no estaba saturada de ver realismo en los escenarios observaba la necesidad de “jugar más’ y de “darle prioridad a lo estético dentro del juego’. Para ese propósito la técnica del clown fue una de las llaves: “Por su manera presente y libre de encontrar imagen en la acción’.
“Los rubros escenografía y vestuario, animación, audiovisuales y fotografía se conjugan en su justa medida contribuyendo a crear las fantasías o delirios que llevarán a que Marta, paradójicamente, parezca tomar finalmente las riendas de su propia vida. Porque Marta es una mujer que está muy sola”, comenta Francisca, hija del maestro Alberto Ure, y continúa: “Cuánto más contacto tiene Marta con la gente, más confirma su deseo de abstraerse del mundo. No se halla en la mirada de los demás porque siente que no existe. No por eso está triste, más bien todo lo contrario. Se siente mucho más feliz vagando en su cabeza. Puede ser reina, bailarina, verdulera, pájaro o cualquier cosa que se le cruce por la mente. Creo que por eso aparecieron como influencias Lewis Carroll o Mary Poppins, son materiales que les permiten a los personajes viajar por mundos de imaginación irresistibles, preferibles a la realidad”.